Para cultivar la huerta, el uso de almácigos tiene muchas ventajas: se economizan semillas, se ahorra agua, las plantas crecen más fuertes, más rápido y con mejores cuidados y se aprovecha mejor la huerta (ver más abajo).
Por eso en BaRaCa construimos y ofrecemos cajones adecuados para la huerta, con las medidas adecuadas para una correcta planificación, sencillos, prácticos y durables.
Como se indica en el libro Huerta Orgánica Biointensiva, de Fernando Pía, “pueden utilizarse otros métodos, como las almacigueras de plástico o de telgopor (también llamados seedlines) de distintas medidas. Si se utiliza este sistema, el manejo debe ser distinto al que se realiza para los cajones; también variarán las medidas por lo que afectará la planificación”.
Preferimos utilizar un recurso renovable y económico, como la madera de pino, tratada con protector de madera de tipo lasur.
Se diseñaron tres medidas:
Cajón Bajo: 35 cm de ancho por 60 cm de largo por 7,5 cm de profundidad.
Para un mejor manejo, debido a que este cajón puede resultar pesado, hicimos un cajon de la mitad del ancho:
Medio Cajón Bajo: 35 cm de ancho x 30 de largo y 7,5 cm de profundidad.
Cajón Profundo: 35 cm de ancho por 30 cm de largo por 15 cm de profundidad.
Como se ve en el capítulo de Planificación del mencionado libro, en cada uno de estos cajones va a entrar una determinada cantidad de plantas. Por esta razón, es importante respetar las medidas. Por ejemplo, en el caso de la acelga, sabemos que entran 162 plantas por almácigo (ajustadas al porcentaje de germinación); el total de plantas que entran en un bancal de 10 metros cuadrados, puestas a una distancia de 20 cm entre plantas, va a ser de 320.
Por lo tanto, sabemos que con dos almácigos de estas medidas tendremos la cantidad de plantas que necesito para los 10 m2.
En cuanto a la profundidad, el Cajón Profundo se utiliza para plantas de raíz larga, para evitar que al tocar el fondo las plantas consideren que llegó el límite de su crecimiento y se induzca la floración (se van a flor). Esto se llama senilidad prematura. Este cajón se utiliza sobre todo para plantas que requieren repique y por tanto, están más desarrolladas antes de transplantarse a la cama.
El Cajón Bajo, en tanto, es más liviano que el anterior y se utiliza para plantas de menor porte y cuando se requiere manejar cajones más livianos.
Por tanto, el uso de uno y otro variará de acuerdo a las necesidades de las plantas y del horticultor.
Para su uso correcto se recomienda la lectura del libro Huerta Orgánica Biointensiva, de Fernando Pía, BRC Ediciones (www.brcediciones.com.ar) y el video instructivo que lo acompaña.
Malla de siembra
La Malla o Rejilla facilita la siembra en almácigos permitiendo una disposición uniforme de las semillas, lo que será beneficioso para su crecimiento, evitando la competencia entre las plantas por el espacio, el aprovechamiento de las semillas y la superficie del almácigo.
Cernidora
Para obtener buenos resultados con los almácigos es conveniente que el material orgánico con el que se rellenan esté convenientemente cernido, a fin de evitar trozos de madera, piedras, raíces, etc. que puedan entorpecer la formación y crecimiento de las raíces. Para ello se utiliza una malla cernidora similar a la de siembra, de paso fino, que se ajusta a la medida de los cajones.
Fratacho
El Fratacho es una pieza de madera sencilla y muy útil para la siembra en almácigos. Sirve para presionar las semillas, dandole el empuje necesario para iniciar la germinación y nivelar el suelo del almácigo.
Cernidora de Tolva
Cuando se tienen varios bancales y el trabajo de cernir es mayor, es conveniente utilizar una cernidora de tolva, que permite hacer esta tarea de manera agil y con menor esfuerzo. La cenidora tiene una medida de 60 x 50 cm, similar a la de la tolva que recoge la tierra cernida y cae sobre una carretillla o en un balde de 20 litros, que cabe en el agujero de salida. La malla puede cambiarse para elegir diferentes calibres.
Cajones y elementos para Almácigos
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Cajón Bajo
Medidas: 35 cm de ancho por 60 cm de largo por 7,5 cm de profundidad.
Material: madera de pino de 1/2”, tratada con protector de madera de tipo lasur.
Medio Cajón Bajo
Medidas: 35 cm de ancho por 30 cm de largo por 7,5 cm de profundidad.
Material: madera de pino de 1/2”, tratada con protector de madera de tipo lasur.
Cajón Profundo
Medidas: 35 cm de largo por 30 cm de ancho por 15 cm de profundidad.
Material: madera de pino de 1/2”, tratada con protector de madera de tipo lasur.
Malla de siembra y Cernidora
Medidas: adecuadas a los tamaños de los cajones.
Material: madera de pino de 1/2”, tratada con protector de madera de tipo lasur y rejilla de alambre
Fratacho
Medidas: 15 x 15 cm
Material: madera de pino de 1”, tratada con protector de madera de tipo lasur
Cernidora de Tolva
Medidas: 60 x 50 cm. Con altura suficiente para pasar la carretilla por debajo y recibir la tierra zarandeada para almácigos. Rejillas intercambiables para utilizar diferentes calibres.
Materiales: madera de pino, tratada con protector de madera de tipo lasur y chapa galvanizada


Precios:
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Cajón Bajo Grande $0
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Medio Cajón Bajo $0
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Cajón Profundo $0
(Textos del libro "Huerta Orgánica Biointensiva. Un método aplicable a todo tipo de climas", experiencias desarrolladas en el CIESA desde 1994. Viene con DVD explicativo.)
Almácigos
La siembra en almácigos tiene distintas ventajas:
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Hay ahorro de semillas, pues las colocamos en un pequeño cajón donde les podemos dar mayor cuidado, evitando pérdidas de germinación.
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Evitamos trabajo posterior de raleo.
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Ahorro de agua: normalmente se usan 2 litros en almácigos por día, mientras que las camas requieren entre 60 y 70 litros por día.
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Nos aseguramos una planta fuerte, con mayor desarrollo y vigor, que tendrá mayor resistencia a plagas y enfermedades.
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Menor desmalezado. Como colocamos una planta más grande y más desarrollada, va a crecer más rápidamente y tiende a cubrir el bancal con sombra, ya que las plantas se van a disponer de una forma llamada “tresbolillos”, con la que prácticamente se cubre todo el bancal. También hay menor desmalezado, teniendo en cuenta que dos almácigos de 30 cm por 60 cm de lechuga equivalen a la cantidad de plantas que necesitamos en 10 m2. Resulta más fácil y más rápido desmalezar dos almácigos que una cama entera.
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Con la siembra en almácigos estamos haciendo un mayor aprovechamiento de la superficie disponible en la huerta. Por ejemplo, se pueden preparar los cultivos de invierno en los almácigos (durante el mes de febrero) y tener en las camas cultivos de verano terminando su temporada, o viceversa.
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Crecimiento más rápido. Los cultivos en almácigos aceleran su crecimiento por estar en un ambiente más protegido.
Mezcla para almácigos
Una mezcla normalmente utilizada es de 1/3 de arena, 1/3 de compost y 1/3 de suelo; estas medidas son en peso, no en volumen.
Sólo es necesario utilizar la arena si tenemos un suelo muy arcilloso, que tiende a compactarse formando una capa dura en superficie. En caso de tener un suelo suelto, solamente necesitamos utilizar 2/3 de un suelo bueno, con buen contenido de materia orgánica y 1/3 de un compost maduro (ver capítulo Compost). En ambos casos, es conveniente que estos materiales estén cernidos.
Las medidas pueden ser 2 metros de largo y 1,2 de alto por 0,80 de ancho.
Nos ha dado muy buenos resultados en la huerta fabricar un cajón donde se guarde la tierra que sacamos de los cajones, una vez que los plantines han sido retirados. Este cajón tiene que estar tapado y debe ser regado para que se mantengan vivos los microorganismos.
Esta tierra es la que normalmente llamamos tierra de almácigos, porque es una tierra que está partes de compost maduro y cernido fino.
Es importante, luego de preparar la mezcla para colocarla en el cajón, colocar una capa de compost puro sobre la base del cajón para que las plantas, al llegar al fondo del cajón, tengan una fuente de nutrientes extra. También se le coloca una capa de compost puro arriba; de esta forma se facilita la germinación de la semilla.
Siembra de los almácigos
Normalmente a los cajones bajos (7,5 cm de profundidad) los llamamos también cajones para siembra y al cajón profundo (15 cm) lo llamamos cajón de repique, porque en algunos cultivos, como por ejemplo en el tomate, se inicia la siembra en un cajón y después se repica a un cajón más profundo.
Esto está indicado en la planilla de información de cultivos (TIC), en el capítulo de Planificación, en la columna J = plantas que necesitan siembra inicial en almácigo o necesitan siembra inicial en cama: A = almácigo; C = cama, y si buscamos en la columna L = distancia entre plantas en almácigo en cm. En la mayoría de los casos, esta distancia es de 2,5 cm.
Cuando en la columna L debajo de la diagonal se menciona el número 5, esto indica que se necesita usar un cajón profundo (15 cm) para repicar (pasar de un almácigo a otro) y que este repique será de 5 cm entre una planta y otra.
En la columna N se indica la duración aproximada de estancia en el almácigo; esta duración variará según cada clima y época del año.
Para lograr esta distancia, se debe utilizar un cuadro o un marco de madera que adentro tenga un alambre hexagonal en donde las celdas estén separadas a una distancia de 2,5 cm (alambre de gallinero), dejando una celda de por medio al colocar cada semilla, se logra un espaciamiento 5 cm. (Nota: BaRaCa ofrece tambien la Rejilla o Malla de Siembra para Almácigos)
Hay algunas semillas como la lechuga o el apio que por ser tan pequeñas son muy difíciles de colocar a 2,5 cm. Lo que se hace en estos casos es sembrarlas al voleo en el cajón, cubrirlas con una capita fina de compost, compactar levemente y luego cuando las plantas emergen se repican a 2,5 cm.
Se debe tratar de que el marco calce perfectamente en el cajón. Por lo tanto, recomendamos hacer primero los cajones y después los marcos y no al revés…, como nos sucedió a nosotros: el resultado fue que tuvimos cajones más anchos que los marcos, y por lo tanto éstos quedaron levantados y se dificultaba la siembra.
Un aspecto clave de los almácigos es el riego. Se debe mantener la humedad constante de la tierra que está dentro del cajón, especialmente hasta la germinación, pues si en ese momento falta agua la semilla muere rápidamente. Por lo tanto, la tierra siempre tiene que estar húmeda; apenas se la ve seca, regarla.
Luego de que las plantas crecieron, empiezan a consumir agua rápidamente y se debe regar dos o tres veces por día si hace mucho calor.
La profundidad de la semilla
La profundidad a la que colocamos la semilla es un aspecto importante para facilitar la germinación. Debe ser igual o un poco superior al grosor de la misma y es importante no pasarse, ni hacia arriba ni hacia abajo.
El embrión (quien tiene la información genética) va a crecer a expensas de las sustancias de reserva (el almidón) que tiene la semilla. Este empieza a crecer hasta que alcanza a ver la luz; luego, por el fenómeno de la fotosíntesis, la planta comienza a generar sus propias sustancias de reservas.
Por lo tanto, si colocamos la semilla muy debajo de la superficie, el embrión puede agotar sus energías en crecer y no llegar a ver la luz.
Si ponemos la semilla muy superficialmente, corremos el riesgo de que se seque rápidamente y no alcance a germinar.
Es muy importante luego de sembrarla hacer una leve presión (nosotros utilizamos un fratacho de albañil) para que la semilla esté en íntimo contacto con la tierra. (Nota: BaRaCa ofrece tambien el Fratacho para Almácigos)
Es importante tener en cuenta que cada semilla tiene una temperatura ideal de germinación. Ver cuadro de temperaturas en página 102.
Ubicación de los almácigos
Si es un clima cálido, pueden estar debajo de una media sombra durante las horas de más calor para evitar la desecación. En el CIESA, para los almácigos de verano armamos una mesa con tablas apoyadas sobre tambores de 200 litros. Se debe tener cuidado si se desea apoyar los almácigos en la tierra, por el peligro de ataque de bichos bolitas o tijeretas.
En la primavera se los pude colocar en el invernáculo para tratar de adelantarlos lo más posible. La dificultad que puede haber en colocarlos en un invernáculo es la aclimatación al sol. Si luego de estar un mes en el invernáculo los sacamos directamente al sol, las plantas van a sufrir los efectos del sol directo. Por lo tanto, lo que se hace es un acostumbramiento.
Para esto, es necesario tener un mini invernáculo (señalado en el capítulo Cultivos Protegidos) en donde, abriendo las ventanas (ubicadas en el techo) vamos acostumbrando las plantas al rayo del sol, aumentando las horas de exposición de a poco hasta que estén listas para estar al sol directo.
En caso de no tener un mini invernáculo habría que sacarlos y entrarlos del invernáculo mayor, o bien en el momento del trasplante hacerles un acostumbramiento con una media sombra. Otra opción es la utilización de un túnel bajo (descripto en el capítulo de Cultivos Protegidos): subiendo y bajando el túnel, damos acostumbramiento y protección a los almácigos.
En los almácigos, los hombres debemos sacar afuera nuestra parte femenina y poner todo el cuidado “maternal” que se merecen.
Yo experimento una especial satisfacción criando a mis “bebes” hasta que estén listos para enfrentar la vida.
Adelante, entonces, poniendo de manifiesto la ternura!
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Malla de Siembra $0
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Cernidora de Tolva $0
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Fratacho $0
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